Hecho pasado, como aquel año en que por primera vez, el Señor del Silencio, el único Cristo que tiene Ortega Bru en Córdoba, salió y no pudo completar su estación de penitencia. Por el puente Romano un movimiento extraño del Señor alertó de que algo raro sucedía. Tras comprobar lo que ocurria, dos costaleros subieron para sostener al Silencio, pues tenía una pierna completamente fracturada por la mitad.

Poco a poco casi sin mover el paso, fué llevado hasta el arco de San Francisco, donde la cofradia del Huerto (que salía de alli minutos mas tarde) tuvo que deshacerse por completo para que el paso pudiera entrar la Iglesia y asi poder resguardar al Señor. La tristeza se apoderó de la Córdoba Cofrade, y tambien de los muchos gaditanos que vinieron a ver a su Señor procesionar por fin en Semana Santa, aunque fuera lejos de su tierra. Gracias a Dios este hecho fué subsanado con una restauración, y cada tarde del Domingo de Ramos podems ver de nuevo el divino semblante del SILENCIO del Cerro.
1 comentario:
Qué lastima que se vendiera ese paso a Lucena con lo bien que kedaria para alguna hermandad de visperas o algo asi en cordoba
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